viernes, 14 de marzo de 2014

Anunciando el evangelio a golpe de guitarra


Se llaman Jesús, Eduardo, Fernando y Lorenzo. Tienen entre 19 y 25 años y se dedican a hacer «rock cristiano». Sí, así. Como suena: «rock cristiano». Hace algunos años, la idea de crear un himno para la Jornada Mundial de la Juventud 2011 de Madrid los unió y, con el paso de los años, aquel grupo fue germinando hasta formar lo que hoy han decidido llamar «Pescadores de Hombres». Su intención es, como señala Jesús Varga, bajista del grupo, «predicar el evangelio con
mucho ritmo y un toque de rock», haciendo que «el Señor hable a través de nuestra música», matiza Fernando Puigdomenech. Todos ellos han pasado o están en el Seminario y, ahora, en plena campaña vocacional, han organizado el que para ellos es su concierto más importante: «Tocar en la Sala El Bardo es algo nuevo, porque normalmente los grupos cristianos tocan en las iglesias o en sitios públicos. Ahora nosotros queremos llevar el evangelio a un bar, un sitio donde no son habituales este tipo de conciertos; es la periferia donde queremos llevar nuestra música», señala Lorenzo Gómez. Un mensaje contracorriente. Su nombre, «Pescadores de hombres», resume bien la filosofía de esta compañía pues su intención no es otra que «la gente pueda alabar a Dios a través de nuestro canto», tal como indica Fernando. El pasaje de la llamada de los primeros apóstoles de Jesús les sirvió de inspiración en el transcurso de una javierada. Y así, han cambiado las redes por los acordes de la guitarra y las partituras de sus canciones para «anunciar la alegría de la vocación». Unas melodías que son fruto de su propio trabajo y cuya letra van madurando en la oración. La labor de composición no es fácil. Normalmente son Jesús y Fernando quienes componen las canciones que Lorenzo, el batería, mejora y arregla. Las ideas que cada uno aporta se van incorporando al proyecto y así nace la magia de la música. Desde su primer tema para aquella JMJ de Madrid –«Soy yo, eres tú»–, «Pescadores de Hombres» ha amontonado ya una veintena de canciones que se han podido escuchar en las fiestas del colegio San Pedro y San Felices, en la última JMJ en Ciudad Rodrigo y en diversos encuentros de monaguillos, aunque también «participamos en certámenes de villancicos o en alguna boda», destacan orgullosos. Sus temas mezclan testimonio y meditación, alabanza y petición, «intentando no hablar explícitamente de Jesús, sino hacer que penetre su mensaje en quienes nos escuchan», revela Puigdomenech. Su canción favorita es la última que han compuesto y que custodian celosos hasta su estreno en la Sala El Bardo. Saben que el mundo de la música no es fácil, aunque les gustaría seguir en ello y, quién sabe, grabar un disco en un futuro no muy lejano, aunque «llegaremos hasta donde el Señor quiera, pues estamos convencidos de que éste es un proyecto suyo», señala Eduardo Dorado. Poco a poco, y de su bolsillo, han ido adquiriendo sus propios y costosos instrumentos y ahora están ahorrando para poder grabar su primera maqueta: «¡A ver si algún lector de Sembrar se anima y nos financia el primer disco…!», comentan entre risas, conscientes de que abrirse paso en este mundo no es tarea sencilla. Jóvenes ilusionados. La alegría luce en la sonrisa de estos jóvenes que han encontrado en la música su particular modo de anunciar el evangelio. Agradecen «enormemente» el respaldo que les prestan desde la delegación de pastoral vocacional de la diócesis y el Seminario, donde «ensayan y molestan» con «los ruidos» a sus compañeros. Aunque no todo han sido comodidades ni facilidades; los desánimos también forman parte de su habitual repertorio. Por fortuna, también cuentan con el apoyo de Faustino, un músico burgalés «que nos ha animado en momentos de dificultad y nos aconseja desde su experiencia», señala Jesús Varga. A estos jóvenes seminaristas les gustaría seguir creciendo, ir incorporando instrumentos y vocales a su marchoso grupo, que anuncia sus conciertos y eventos también a través de las redes sociales. Mientras llega el momento de consolidar su trayectoria y cumplir sus proyectos, seguirán llevando con su rock el evangelio «a todos cuantos quieran escucharnos», entre los que sueñan se encuentre también, puestos a pedir, el papa Francisco, que, indican, « tiene mucho ritmo y seguro que bailaría sonriente nuestras canciones».

 En Sembrar, a 14 de Marzo de 2014.

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